SU MAJESTAD, YA ES PROPIETARIO.
Michael Jordan ha llegado a un acuerdo para tener el control de los Charlotte Bobcats, de los que era accionista minoritario desde 2006.
El grupo MJ Basketball Holdings CLL ha superado en la puja al antiguo ejecutivo de los Houston Rockets, George Postolos. Con su llegada al frente de los Bobcats, pondrá fin a la etapa de Bob Johnson, el primer negro en ser accionista mayoritario de un equipo profesional en Estados Unidos.
Johnson pagó 300 millones de dólares (220 millones de euros) la temporada 2004-05 por la expansión de la franquicia. Desde entonces, ha perdido decenas de millones por la dificultad de encontrar el apoyo del público y de los patrocinadores.
El reto de Jordan y sus asociados será sacar beneficios de una franquicia deficitaria.
Una paso más fuera de las canchas del mejor jugador de todos los tiempos. En el tránsito entre ser el amo y señor del parqué a dominar una franquicia, Jordan ha actuado de vicepresidente de operaciones de los Washington Wizards, y como encargado de operaciones de losBobcats, el equipo de su estado natal (North Carolina).
Como dirigente, Jordan ha tenido pífias antológicas: en Washington eligió a Kwame Brown (6,8 puntos y 5,4 rebotes de media en 9 temporadas) como número 1 del draft de 2001, en el que Pau Gasolfue el número 3; en 2006, ya en Charlotte, drafteó a Adam Morrison con el número 3, por delante de Brandon Roy (6) y Rudy Gay (8).
Una carrera menor como dirigente, en cuanto a resultados, pero mucho más meteórica que la de su escudero en los Chicago Bulls, Scottie Pippen. Juntos ganaron seis anillos, además de un oro olímpico (Barcelona 92). Doce años después, el gregario de Jordan pide un hueco en la Liga sentado en un banquillo: "Espero volver pronto".
En una entrevista a FanHouse, Pippen se sincera: "Es difícil conseguir un trabajo en la NBA. Me gustaría llegar algún día, pero es un cuestión de estar en el lugar indicado en el momento justo. Ahora mismo me centro en mi familia. Quiero que mis hijos crezcan en un entorno adecuado, que es donde he estado los últimos años. Pero espero volver pronto a la NBA".
Pippen, de 44 años, vive en Ford Lauderdale (Florida). Su nombre sonó como candidato para el banquillo de los Bulls hace dos años, pero acabaron fichando a Vinny Del Negro. "Si no están interesados en mi, puedo aceptarlo".
Desde entonces, el teléfono de Pippen no ha sonado, a pesar de sus méritos deportivos: 7 veces All-Star y elegido Jugador Defensivo del año.
Y acaba de ser nominado como finalista para entrar en el Salón de la Fama. "Sería grandioso, el logro individual más grande que puede conseguir como jugador, ser recordado por tus iguales y los votantes como un gran jugador".
¿Lo logrará también como entrenador? Pippen se define: "Sería un técnico más duro en los entrenamientos y más relajado durante los partidos. Me gustaría impulsar más la evolución de mi equipo en los entrenamientos, para luego dejarles más libertad en los partidos. No una libertad total, pero no sería uno de esos entrenadores NBA que corren la banda arriba y abajo y acaban sudorosos".